Lo que esperamos es pasar la menor cantidad de tiempo registrándonos, configurando nuestros perfiles y diciéndole al sistema lo que queremos. Podemos hacer uso de la gráfica para conectarnos y comunicarnos más efectivamente, pero más importantemente no buscamos sentirnos en control, sino de verdad ESTAR en control de nuestra información personal: elegir no sólo con quién queremos ser amigos, sino decidir cómo va a ser usada nuestra información sobre ellos.

Cuando las redes sociales son apenas startups, parece que lo comprenden muy bien y el incrementar su cantidad de usuarios es el mayor incentivo para compartir información con nosotros, pero a medida que crecen dejan de actuar así. Es por eso que aquí entra en juego la utilización de una API, que tanto continúa beneficiando a la empresa como a los usuarios finales.

La API de la gráfica social

En su artículo, Brad Fitzpatrick explícitamente describía que era necesario una API o un servicio que serviría de “corredor” para la información entre las distintas redes sociales. Él visualiza una base de datos de código abierto que aceptará información de múltiples redes sociales y que la pone a disposición de los usuarios finales a través de una API o una interfaz de usuario. El usuario estaría en capacidad de autorizar a otras redes sociales a hallar esa información.

El primer reto técnico es construir un sistema que pueda crecer según la escala de usuarios crezca de la misma manera. Lo segundo es construir un sistema que sea seguro y una vez cumplamos con estos dos retos, hacer que las compañías utilicen esta API.

El problema tiene que ser abordado no desde el punto de vista de obligar a compañías como Facebook a importar su información a esta nueva base de datos, porque no lo van a hacer, sino que implementen facilidades para que los usuarios puedan exportar su información de forma personal: esto tampoco es la panacea, porque los usuarios estarían restringidos a un proceso manual en el que pueden ocurrir errores.

Un acercamiento más automatizado sería definir una API que todas las redes sociales puedan implementar para que todas las demás redes puedan consultar un subconjunto de la gráfica social. En términos prácticos, esto podría decirse así: “Cuando el usuario se une a una nueva red, esa red puede conectarse a las otras en las que la persona ya está registrada y obtener información sobre sus usuarios en todas ellas”. ¿Muy parecido a la función de importar a tus amigos desde el email? El reto es hacer labor de convencimiento con las redes sociales para que ofrezcan soporte a este tipo de funcionalidad.

Un punto de vista adicional: Tim Berners-Lee

Tim Berners-Lee
El inventor de la WWW, Berners-Lee, escribió un artículo en donde tomaba por referencia lo que dijo Brad Fitzpatrick y distinguió la “gráfica” como el tercer “nivel” de la computación en red.

Él distingue esos niveles de la siguiente manera:

  • La internet: establece nexos entre computadoras.
  • La web: establece nexos entre documentos.
  • La gráfica: establece nexos entre personas y/o documentos. – “No son los documentos los que important, sino las cosas [y personas] sobre las que son esos documentos”

La gráfica, para Berners-Lee se trata únicamente de conexiones y la reutilización de información. También nota que a medida que subimos de nivel perdemos cada vez más control, pero ganamos cada vez más beneficios. Uno de esos beneficios sería la reutilización de nuestra información personal y sobre nuestros contactos a lo largo y ancho de múltiples redes.

“Dejar tu información conectarse a la de las otras personas se trata un poco de “dejar ir” en ese sentido. Aún no se trata de darles a los demás la información a la que no tienen derecho. Es acerca de hacer posible que ésta se conecte a información de sitios peers, que se una a la información de otras aplicaciones. Esto es acerca de estar emocionado por crear conexiones, más que nerviosos”.

Las implicaciones dentro de la web móvil

Berners-Lee también nos dice que el uso de la gráfica social también tiene grandes implicaciones para la web móvil, que el resume planteándonos un escenario específico:

“Cuando reserve un vuelo es el vuelo lo que me interesa. No la página del vuelo en el sitio de viajes o en el sitio de la aerolínea, sino la URI (provista por las aerolíneas) del mismo vuelo. Eso es lo que yo quiero bookmarkear. Y cualquiera que sea el dispositivo que utilice, éste tendrá acceso a una vista (apropiada a la situación) de una integración de todo lo que necesito saber sobre ese vuelo por parte de diferentes fuentes. La tarea de reservar y tomar el vuelo involucrará varias interacciones. Y a través de todas ellas, esa tarea y el vuelo será lo principal, los sitios web involucrados serán cosas secundarias, y la red y los dispositivos serán terciarias”.

A manera de conclusión

Brad Fitzpatrick inició una discusión acerca de los conceptos básicos implicados en el tema de la gráfica social: ¿Qué es? ¿A quién le pertenece? ¿Cuál es la API?

Todas estas cuestiones deberán moldear la evolución de la web social y aunque las situaciones y retos dan la apariencia de ser relativamente simples, las soluciones llevarán bastante trabajo.

Los retos son conceptuales, técnicos, políticos, empresariales y educacionales. Tomará la convergencia de muchas personas (y sus mentes, claro) para que la utilización de las gráficas sociales como la plantea Brad pueda suceder. Tradicionalmente, la industria de la tecnología ha logrado satisfacer a los usuarios y así salir adelante, así que esperaremos que vuelva a suceder lo mismo en este caso.

Tim Berners-Lee ha hecho una gran contribución utilizando el término de la “gráfica social” y mezclándolo con su propia visión de la web semántica. Lo que él describe en su artículo es más amplio que lo que concierne a cualquiera de las redes sociales vigentes: es acerca de cómo interactuamos y compartimos nuestra información en la web (a través de cualquiera que sea el medio) y las conexiones de las que podemos tomar ventaja para utilizar la red de mejor manera: las aplicaciones semánticas.