Este fenómeno, que añade una capa de interacción al mundo real a través de tu dispositivo móvil es uno de los temas más candentes de este año y podría llegar a ser “El” tema de discusión, como en su momento lo fueron las redes sociales y la web 2.0. Sin embargo, aún es más temprano para darle más lugar del que merece, ya que apenas han sido creadas algunas aplicaciones que pueden dejarnos un poco con la boca abierta, pero cuya utilidad real aún está por verse.

¿Qué está siendo desarrollado?

La mayoría de aplicaciones están utilizando Android como base debido a que su naturaleza abierta permite a los desarrolladores accesar al hardware de los teléfonos, pero el lanzamiento de la nueva versión del iPhone (3GS) en septiembre es el punto de partida para una explosión en la creación de aplicaciones con miras a la realidad aumentada. Veamos algunos ejemplos.

Demostración de Layar:

Layar es un “navegador” de la realidad aumentada que nos acerca a lo que para muchos de nosotros fue, en su momento, una mera fantasía de recibir información en nuestros teléfonos acerca del lugar en que nos encontramos.

Layar es una plataforma que permite visualizar información que esté disponible según apuntemos a distintos lugares o edificios en determinado lugar. Por el momento, únicamente los holandeses podrán hacer uso de él, pero ya hay una serie de restaurantes, agencias de bienes raíces y bancos que cedieron su información a la base de datos. No se pierdan la demostración en Youtube.

La aplicación TwittARound :

TwittARound (AR= Augmented Reality), una aplicación disponible únicamente para el iPhone 3GS que te permite hallar los tweets “a la redonda” de donde te encuentras, distinguiendo incluso qué tan lejos se encuentran. Para ello, TwittARound utiliza la brújula digital de la última versión del iPhone y un GPS para identificar la posición de origen de cada tweet y mostrarlo sobre el video en tu pantalla.

Nearest Tube:

También tenemos a Nearest Tube, que le dice a los londinenses donde está el “tubo” (tube) más cercano de forma más práctica que el mapa que debes desdoblar en cada esquina.

Y por último está AugmentedID, una aplicación que puede ser pavorosa para quienes más aprecian su privacidad, pero que por medio de tecnología desarrollada por una compañía llamada Polar Rose, utiliza un algoritmo de reconocimiento facial para etiquetar fotos de Flickr. El problema es que debes tener una cuenta con el servicio, pero una vez eso esté listo, puedes armar perfiles públicos y privados según tus preferencias.

La incursión de la R.A. en el mundo de los negocios

Algunos encargados de marketing se han percatado de las distintas formas en que la realidad aumentada puede ser útil y pronto podríamos vernos inundados de publicidad a través de aplicaciones de R.A.

Por ejemplo, los amigos de Best Buy incorporaron la realidad aumentada a sus anuncios impresos e hicieron circular una imagen de una computadora Toshiba que cuando la mostraras frente a la webcam, haría que la máquina “despertara a la vida”. La campaña fue declarada un éxito porque al menos 6500 personas la utilizaron. Sin embargo, se fallaron en percatar cuántos de esas personas dieron seguimiento a la publicidad y verdaderamente adquirieron el producto. ¿Valió la pena el esfuerzo?

Además, ¿cuántas compañías realmente pueden permitirse el lujo de implementar publicidad tan cara? Muchas pequeñas y medianas empresas, definitivamente no.

¿Qué tan grandes son las expectativas?

La realidad aumentada, según este estudio de Gartner está en escalada hacia la cúspide de las “expectativas infladas” y harán falta entre 5 y 10 años para su adopción a nivel mainstream.

Gráfico del estudio de Gartner

El problema con tanto bombo y platillo rodeando a este tipo de tecnología antes de su verdadero despegue es que podría no cumplir las expectativas del público.

Las aplicaciones como las que ya vimos antes pueden tener la habilidad de engancharnos con facilidad, pero podría llegar el momento en que descubriremos que lo más importante para que una herramienta triunfe, por más interactiva que sea, es su utilidad.

La realidad aumentada tiene implicaciones a largo plazo para las llamadas ciudades inteligentes, la tecnología “verde”, la educación, el entretenimiento y en sí, la industria global, pero antes de comer ansias, debemos pensar en cómo hacer bien las aplicaciones para que su uso sea realmente productivo.