Y es que esa sensación tan agradable de movimiento que nos hizo conocer Apple con su teléfono es el mismo tipo de experiencia que se obtiene al tocar esta superficie. Lo que por el momento se ve como una mesa de Ikea con una superficie de un polímero secreto, que debe ser algo así como la fórmula de la Coca Cola, es la base física para una pantalla multitáctil de 52 puntos de contacto a la vez.

Microsoft Surface

52 puntos

La experiencia de usuario conseguida es muy buena y el entusiasmo de los desarrolladores se entiende cuando vemos posibles usos cercanos a lo que veíamos en Minority Report. No la predicción de los delitos sino una nueva experiencia de uso informático olvidándonos completamente de teclados y ratones . Las aplicaciones han sido desarrolladas para aprovechar esta nueva experiencia de usuario y permite trabajar a varias personas a la vez, así como la interacción con otros gadgets via código de barras y bluetooth, por lo que es posible por ejemplo bajarse fotos o música al ordenador con sólo dejar el móvil sobre la mesa.

Probando el Microsoft Surface

Sin embargo el producto está dirigido por el momento al sector retailer, con un precio de 13 mil euros más IVA. Algunos de los partners para desarrollar esta tecnología en España son Accenture, Avanade, NCR, T-Systems y Telefónica, que tiene una mesa de estas en su tienda de Gran Vía en Madrid.

Microsoft quiere hablar de futuro pero una plataforma restrictiva, que tiene tanto hardware como software completamente propietarios y dependientes y la tardanza en sacar adelante esta tecnología (comenzó a desarrollarse en 2001 y recién ahora podemos tocarlo) no dejan que podamos seguir con ese entusiasmo de la experiencia multisentidos.