Journalistic integrity, you know, fact-based reporting, serious investigative reporting, how to retain those ethics in all these different new media and how to make sure that it’s paid for, is really a challenge,”.”But it’s something that I think is absolutely critical to the health of our democracy.

PeriódicoA mí me suena como pura fanfarronería y parece que Obama olvida cómo llego a ser el primer presidente en utilizar la web 2.0 a su favor en la campaña electoral: su preocupación no es realmente por la salud de los medios tradicionales, sobre los cuales posee gran influencia desde su privilegiado puesto político, sino por la falta de control que le permite tener el universo de los blogs y tweets.

Esto trae a colación un artículo escrito por el profesor de NYU, Clay Shirky, titulado “Newspapers and Thinking the Unthinkable”, una visión bastante discutida y debatida sobre el futuro de los periódicos y de la labor periodística.

¿Qué nos dice Shirky?

El gran problema al que los periódicos se enfrentan es que nunca vieron venir al internet y nunca se percataron que necesitaban un plan para lidiar con él. Desde los años 90 ha habido varios intentos, como asociarse con empresas “menos caóticas” como AOL, modelos de micropago o la generación de ingresos por publicidad únicamente.

Ya ni siquiera los más apasionados defensores de los periódicos tradicionales (como Obama, quizás) pueden esbozar un plan para un mundo donde dicha industria se está yendo por el caño. Pero entonces surge la pregunta de “Si el viejo modelo está roto, ¿qué funcionará en su lugar?”

A esto, Shirky responde que no hay un modelo generalizado para reemplazar el que el internet destruyó. El modelo que enfrentaba los costos de la producción (i.e. impresión) a nivel industrial ahora debe reemplazarse por estructuras optimizadas para la información digital. Esto, viene de la mano con las tendencias en el mercado editorial, que claramente nos dicen que ya no es tan difícil, complejo ni tan costoso hacer que el público tenga opción a obtener X o Y pieza de información.

Precedentes: la invención de la imprenta

Shirky se vale del estudio que Elizabeth Eisenstein hizo en su trabajo titulado The Printing Press as an Agent of Change, para explicar que esta es una revolución, tal como en su momento lo fue la invención de la imprenta por Johannes Gutenberg.

Imprenta
Básicamente, una revolución como esta provoca la llegada de un mundo mucho menos controlable y dinámico. Las revoluciones son así: lo antiguo se rompe mucho más rápido que el tiempo que toma poner lo nuevo en su lugar. No se puede predecir lo que sucederá y lo mismo sucede actualmente: cuando alguien demanda saber cómo vamos a reemplazar los periódicos, está diciendo que los viejos modelos no deberían romperse hasta que haya nuevos con cuales reemplazarlos y por lo tanto están pidiendo que se les mienta. La verdad es simple y sencillamente que no hay quien sepa qué sucederá con los periódicos con absoluta certeza.

¿La democratización de la información?

Suena como a un gran cliché y de hecho lo he escuchado un par de veces en el ámbito periodístico de mi país Guatemala y en ocasiones, en mis clases de la facultad de periodismo. Lo que en realidad quiere decir esto es que el internet ha destruido los efectos que los costos de impresión en los que debía incurrir todo periódico tradicional tenían en detrimento de la libre competencia. Hoy, todos pagamos por la infraestructura y todos podemos utilizarla.

Esas viejas dificultades y costos de impresión hacían que todos fueran forzados a adoptar un modelo similar de organización y es así que llegamos a considerar, como Shirky lo señala, que tanto Daily Racing Form y L’Osservatore Romano tienen su cabida dentro de la misma industria periodística.

Mi opinión

Shirky claramente establece que aún hay muchos blogueros que dependen de la cobertura que los medios impresos tradicionales le dan a los hechos para emitir su opinión. Yo he escrito sobre diversos temas en mi blog, de los que me entero en medios tradicionales, y luego hago conexiones para emitir un juicio mucho más elaborado que la simple consignación de los datos que ellos hacen. ¿Los periódicos benefician a la sociedad entonces? Claro que sí, pero el modelo de “nos extrañarán cuando no estemos” no es realmente efectivo.

Queda claro que como parte de una revolución nadie puede animarse a predecir el futuro con exactitud, pero intentaré responder a la pregunta final de Shirky: ¿Quién cubrirá las noticias una vez todos los empleados de los periódicos reconocidos pierdan sus empleos?

Yo me considero parte de una nueva generación de periodistas que trabajará de forma distinta. Como es de esperarse, saldré a hacer trabajo de campo cuando haga falta pero mi responsabilidad no será responder a una corporación periodística o a un editor. La forma de ejercer esta profesión cambiará y a pesar que no existe un modelo, la suma de los distintos métodos que cada uno de nosotros implementará en base a lo que crea más conveniente irá esbozando lo que el periodismo del futuro será.

Shirky lo dice muy bien: “La sociedad no necesita periódicos. Lo que necesitamos es periodismo”. Dejemos de confundir ambas cosas y probablemente empezaremos a consumir una información de mayor calidad y sin la influencia política de la que adolecen algunas corporaciones (aló, ¿señor Obama?).

No tratemos de preservar instituciones muertas (recuerden el principio de la destrucción creativa), sino de satisfacer las necesidades que las personas tienen. ¿Cómo? No hay una receta, sino un cúmulo de experimentos que con el tiempo nos podrán dar el periodismo que necesitamos.

Gracias @loogic por la referencia.