Los años pasaron y convencidos ya muchos más de que había que tener presencia en Internet, los clientes querían algo más dinámico. 2advanced hizo una buena animación y miles de flasheros no entendieron el chiste, hicieron intros y las vendieron como pan caliente. Un grupo de intelectuales desarrollaron habilidades para identificar el skip intro antes incluso que saliera el relojito indicando que algo se estaba cargando. Ya no éramos webmasters únicamente, había flasheros, había animadores y el peso por el diseño empezó a cubrir fuerza.

Le echamos más años al asunto y la estrategia de venta ahora radicaba en hacer sentir mal a aquel sin presencia en la web. Si no tienes sitio web no existes, tu negocio es del pasado. Llegaron los CMSs y al ritmo de Mambo el cliente podía no solo tener un sitio web, sino además contaba con un usuario y password para actualizarlo. Lo malo, que todo era más cuadrado, podías agregar y quitar módulos con un par de clicks pero imposible lograr que aquello se viera bonito. Los desarrollos a medida tomaban fuerza y ahora el paquete ya no se medía solo por páginas sino por características… y por supuesto que te incluía un carrito de compras.

El mundo cambio para mediados de los dos mil cuando le pusimos nombre a todo lo que estaba pasando en la Web. El ejecutivo de ventas salió a la calle emocionado a ofrecer a sus clientes un pedazo de web 2.0. Un logo que decía “BETA”, bordes redondeados, degradados y blogs. Las empresas empezaron a bloguear, algunas incluso de temas relevantes.

En algún momento de la Web 2.0 algo bueno paso y es que llego un CMS personalizable, con posibilidades de ser lindo, fácil de usar y que desarrolló un ecosistema envidiable de desarrolladores mientras enriquecía a un ranchero Texano que a todos nos cae bien. WordPress mató a Movable Type mientras los imperios de las redes de blogs agregaban contenido, creaban SEO y saturaban cualquier nicho con algún par de posts.

Pero esa descentralización vería una pared cuando todos quisimos ser más sociales… aunque seamos honestos, desde que había mIRC nos interesaba ligar por sobre las fronteras. En Harvard un estudiante se quedaba con el código del desarrollo de unos amigos y el feisbuc empezaba a indexar a las personas. Un tweet arrancaba una revolución y muchas madres, las verdaderas social media experts sembraban un huerto en Farmville.

Hoy vendemos Social Media y muchos aún no saben que es eso, se registran en facebook, mandan un tweet y parecieran tenerlo tan claro. Será la mezcla de crear perfiles en proyectos sociales, levantar un wordpress que incluya muchos iconitos de servicios, ser follower y sobre todo ganar followers de vuelta. Medir menciones y retweets mientras los trending-topics definen la penetración de los servicios en cada país.

Productos y servicios, consultorías y desarrollos a medida. Siempre habrán productos digitales para vender, empaquetados con un lindo logo, citando algún párrafo en algún blog de algún medio relevante. Para mi vender Social Media en el 2010 puede ser tan sencillo como vender tacos en el DF. Improvisar un local, comprar tortillas y preparar salsas y cortes de carne puede tener una barrera de entrada baja para muchos. Pero no nos equivoquemos, que la magia de un buen taco llega de la mano de quienes lo hacen diferente, de quienes innovan, o de quienes llevan toda una vida sorprendiendo y cosechando el fruto de su experiencia.