Christian Qhuevik Aguilar es un mexicano que está impulsando la industria de manufactura de drones en su país con su empresa Smartdrone. Esta empresa se originó en un inocente proyecto universitario fracasado, una especie de objeto volador no identificado que pasó a la posteridad como un aerodeslizador bautizado “la gallina” (ya podremos imaginarnos cómo fue el vuelo de un aerodeslizador con este nombre).

El vuelo más largo registrado de una gallina fue de 13 segundos.

El vuelo más largo registrado de una gallina fue de 13 segundos.

Con este fracaso como antecedente surgió la idea de hacer un cuadricóptero, para lograrlo buscaron el apoyo del Centro de tecnología e Innovación (CTIN) de la ciudad de México, uno de los centros de tecnología más importantes del país, impulsado por los millones de dólares de Carlos Slim. Hoy en día ya hay fondos de capital exclusivamente dedicados a la expansión de esta industria para los que el país centroamericano es uno de los destinos más prometedores.

Actualmente el equipo de SmartDrone está conformado por Agustín Avila, quien es el genio detrás de redes neuronales, Roberto Miranda encargado de diseños estructurales e industriales, Malcolm Dale, quien hace todas las interfaces de usuario y Christian Aguilar, encargado de los sistemas de propulsión.

¿Qué hace Smartdrone?

SmartDrone desarrolla drones enfocados al área de seguridad. Christian nació en Chihuahua, al norte de México, una ciudad que hace algunos años sufrió una fuerte embatida criminal del narcotráfico y que llegó a vivir tiempos tan difíciles que muchas personas no querían ni salir de sus casas por el temor que se había generado:

En el año 2010 mi padre fue acribillado por lo que decidí que los multicopteros deberían ser diseñados para brindar soporte a las instituciones de seguridad

,comenta Christian.

Sus drones tienen una duración de vuelo mayor a una hora, pueden volar bajo la lluvia, nieve y condiciones climatológicas adversas. Ha establecido convenios conWalkera para comercializar sus productos en México, sus clientes reciben capacitación, actualizaciones, mantenimiento y garantía.

¿Cualquiera puede hacer un dron?

Fabricar o armar un dron puede sonar como ciencia ficción para un humano cualquiera, pero para alguien acostumbrado a la tecnología y a aprovechar todas las ventajas de la hipercomunicación de Internet no es una tarea tan compleja, haz de cuenta que es como armar una bicicleta con partes que compras, de diferentes marcas y en diferentes lugares.

arducoptero

Por ejemplo, recientemente la prensa mundial informaba acerca de su fabricación y utilización por carteles de la droga en México:

La información de la agencia antidrogas, así como de fuerzas federales mexicanas menciona que hasta diciembre del 2013 los carteles usaban drones fabricados por empresas extranjeras, particularmente de Israel, pero desde inicios del 2014 se registró un cambio de tendencia al comenzar el proceso de manufactura propia a menor precio que un túnel o semisumergibles y evadiendo cualquier vigilancia incluyendo radares

Recordemos además que la categoría DRON abarca una enorme cantidad de vehículos aéreos no tripulados, no podrás armarte uno como este, pero de seguro lograrás un cuadricóptero adaptado a alguna función simple con estas partes:

  • Motores (es el sistema de propulsión de un drone)
  • Controladores de velocidad (es como el carburador o sistema de inyección en un auto, permite la aceleración y desaceleración de los motores).
  • Propelas dan la sustentación al drone).
  • Piloto automático (hay algunos que están listos para volar y otros que deben ser programados, para este último hay que saber C o conocer un poco de arduino).
  • Frame (es la estructura principal de el cuadricóptero).
  • Radiocontrol.
  • Baterías.

Todas estas partes se pueden conseguir en tiendas como HobbyKingo Helipal y puedes encontrar tutoriales en instructables o diydrones. No es una tarea sencilla, pero vale la pena intentarlo.

Existen procesos más complejos como los que desarrolla Christian con su equipo que involucran redes neuronales para que los drones tengan la capacidad de aprender de su entorno por si solos.

Drones y seguridad 

Actualmente en Estados Unidos hay ciertas regulaciones que no permiten volar un drone comercial en zonas restringidas como aeropuertos o volar a cierta altura.  La ausencia de una legislación acerca de su uso en muchos países es materia oscura aún (de hecho es una de las ventajas para la expansión de la industria en México), de seguro las legislaciones llegarán —lastimosamente—  cuando ocurran accidentes y se hagan públicos, o cuando se desate un gran escándalo sobre privacidad, uso del espacio aéreo o por episodios como el de drones que trafican droga.

Al respecto Christian comenta:

No hay que esperar a que pase algo, nosotros como ciudadanos usuarios de drones debemos  acercarnos a plantear una propuesta a nuestros legisladores ya que muchos de ellos desconocen totalmente del tema. Pero por lo tanto es responsabilidad de los operadores no rebasar los límites de la privacidad y no cometer actos ilícitos con estas herramientas porque cuando esto pase adiós a la libertad de que puedas tener con un drone personal

Christian y su equipo son un gran ejemplo en mi opinión de una empresa que está impulsando una industria no muy común en Latinoamérica, que ayudan a que crezca rápidamente y a que el talento latinoamericano se involucre en uno de los mercados más prometedores de la tecnología actual. Y ahora ¡vean que bonito es Chihuahua! desde los ojos de un drone: