Dicen los especialistas que cuando accedemos
a un texto en la Red no leemos, escaneamos. Dicen que fijar nuestra atención
en la pantalla durante periodos largos de tiempo resulta difícil. Por tanto,
nos desplazamos rápido por encima de las palabras absorbiendo lo más sugerente
visualmente e ignorando lo demás. Esto tiene su explicación. Por una parte,
tenemos costumbre de leer en papel y el cambio de formato nos incomoda, nos
tensa. El ordenador es percibido todavía por muchos usuarios como una herramienta
de trabajo y no de esparcimiento (circunstancia que esta cambiando con los jóvenes)
Y por otra, están los propios textos y su estructura. Es justamente aquí donde
quería llegar.

Existen varias formas de organizar nuestras
ideas en un texto, las principales son:

  • Estructura
    clásica
  • Estructura
    inductiva
  • Estructura
    deductiva

La estructura
clásica
la constituyen tres partes: introducción, desarrollo y conclusiones.
Es la forma propia del teatro clásico (presentación, nudo y desenlace) y de
la mayoría de escritos. Se intenta generar una tensión que va creciendo en el
transcurso de la narración para terminar explotando en el último acto. Esta
estructura no es idónea para la Red si tenemos en cuenta que el usuario se muestra
tenso durante la lectura. Añadir más fuerza a la narración puede conseguir que
el lector se impaciente y comience a escanear en busca de respuestas. No se
trata tanto de mantener al usuario enganchado en la página, sino de satisfacerle
asegurando nuevas visitas.

Por otra parte, tenemos la estructura
inductiva.
El narrador describe uno o varios casos que demuestran
una teoría o una visión de las cosas. De nuevo nos encontramos con una tensión
narrativa que intenta atar al lector. En consecuencia, este tipo tampoco se
ajusta al medio Internet. Sin embargo en la Red son muchos los artículos, ensayos
y comentarios que responden a este modelo. Esto se debe a que algunos grupos
de comunicación transplantan textos de medios impresos a digitales sin tener
en cuenta posibles incompatibilidades.

Por último está la estructura
deductiva.
Se parte de un enunciado fundamental para exponerlo en
el desarrollo del texto. La información esencial se ofrece en el primer párrafo
deshaciendo así toda la tensión narrativa. Este modelo se corresponde con el
periodístico de “pirámide invertida”. La cantidad de información decrece del
primer al último párrafo. La principal ventaja de este modelo es que permite
varias lecturas según el interés del usuario. Una persona muy interesada en
el tema leerá todo el texto mientras otra menos interesada leerá sólo el primer
párrafo. A usuarios diferentes respuestas diferentes, tan grave es no informar
como pasarse.

De las tres estructuras es la última la
más adecuada para Internet. Por tanto, el uso de las otras dos debe ser moderado.

Escribir pensando en lo visual

En cualquier caso una estructura cuidada
no asegura el éxito, existen otros aspectos relacionados con lo visual que también
se deben considerar. La norma principal para escribir pensando en lo visual
es que el lector escapa de las aglomeraciones de texto. El redactor debe ofrecer
la información sin retórica, para ello existen algunos buenos hábitos:

  • Utilizar párrafos
    cortos. Si lo que decimos es muy importante podemos expresarlo en tres o
    cuatro frases. Deben tratarse los párrafos como imágenes a distribuir en
    la pantalla.
  • Hacer uso de los hiperenlaces. Un
    buen redactor debe pensar siempre en varios niveles de lectura. En este
    sentido, los hiperenlaces pueden satisfacer necesidades complementarias
    de información.
  • Utilizar
    tablas. Especialmente útil para comparar elementos o presentar resultados.

  • Aprovechar
    las imágenes y gráficos. Siempre que resulten pertinentes y representativas
    del contenido. Una imagen vale más que mil palabras, especialmente en Internet.
  • Utilizar
    la negrita y el subrayado. Las partes más importantes deben sobresalir.
    Los textos en negrita o subrayados deben contener la esencia del total.
  • Utilizar
    diferentes tamaños en los tipos. Como mínimo dos, titular y cuerpo, y como
    máximo tres, titular, entradilla y cuerpo.
  • Usar
    ladillos. En textos largos deben insertarse una o varias palabras que anticipen
    el contenido de los párrafos siguientes. Deben de ser cortos (como en este
    texto: Escribir pensando en lo visual)
  • Dividir
    el texto en varias pantallas. En textos largos se debe evitar un abuso del
    scroll.

Por tanto, podremos decir que un site tiene textos adecuados para la Red cuando:

  • La estructura narrativa se amolde a las necesidades
    del usuario y no del redactor. En este sentido resulta recomendable la estructura
    de pirámide invertida.
  • El texto esté planteado según presupuestos visuales.
    El redactor debe pensar tanto en el contenido como en la forma.