La sucesión de Windows, el sistema operativo que domina el mercado mundial,
está cada vez más cerca, creando grandes expectativas entorno a
las poderosas herramientas que ya se han anunciado. El imperio de Microsoft continuará evolucionando.

Apuestas

Estamos presenciando el cierre de un capítulo de la historia informática.
Comenzamos un período de transición hacia experiencias nunca antes
vistas. Clave de esta revolución será Microsoft, actualmente dedicada
en el desarrollo de su más ambicioso emprendimiento, el sucesor de Windows
XP, un sistema operativo que, bajo el nombre código Longhorn, supondrá nuevos
vientos tecnológicos, rediseñando subsistemas de manejo de gráficos,
almacenamiento y comunicación, a raíz de la implementación
de Avalon, Windows Future System (WinFS) e Indigo respectivamente.

No obstante, deberemos aguardar, probablemente, hasta mediados de 2006 para
ver a Longhorn (seguramente con un título diferente) en el mercado.

Pero Microsoft ya ha abierto las puertas de sus visiones, generando a su alrededor
grandes expectativas, y lo ha hecho mostrando algunas de las herramientas,
aún
en proceso de desarrollo, que tendrán cabida en la versión final
del SO.

Sin embargo, para que la nueva generación de sistemas operativos de Microsoft
surta efecto, software y hardware diseñados para trabajar con Longhorn
serán necesarios, tal como ocurre con los procesadores de 64 bits de AMD,
en los que al día de hoy se limitan a ejecutar, mejor que otras propuestas,
aplicaciones de 32 bits. La continua evolución del hardware nos hace pensar
en que en la salida de Longhorn no habrán excusas para que éste
no demuestre su funcionalidad real.

Hasta entonces ¿deberemos conformarnos con las propuestas actuales de
Windows, qué a pesar de acaparar un porcentaje muy alto de usuarios particulares
se ve desgastado en entornos corporativos frente a ofertas como Linux? En realidad
es difícil imaginar nuevas versiones de Windows, y es que no hay mucho
más que pueda ofrecer, a excepción de actualizaciones. La misma
situación la vemos con la suite ofimática que, en su más
reciente versión, incorporaba pequeños extras en las aplicaciones
principales, Word, Excel y PowerPoint, siendo las empresas las que sacaban mayor
partido de esta entrega debido a la incorporación de funciones avanzadas
de comunicación.

Longhorn necesitará equipos de gran envergadura para correr cómodamente,
por lo que su llegada en masa no será inmediata; las herramientas de Longhorn
estarán limitadas a sectores reducidos, mayoritariamente profesionales.
Por el lado del software, nos encontramos con un soporte de formatos profundo
que posibilita la óptima ejecución de los programas de hoy. No
obstante, software pensado para Longhorn debe llegar, así como drivers
que integren los avances en hardware.

Por el lado del hardware, apreciamos una gran expectativa por parte de la gente
de Microsoft, dado que Longhorn necesitará equipos que no existen en la
actualidad. Una PC con un procesador de entre 4 y 6 gigaherts, una memoria RAM
por encima de los dos gigabytes, un motor gráfico cuatro veces más
poderoso con respecto a los de hoy, y un disco rígido de al menos un terabyte.
Se tratan de especificaciones muy superiores a las que conocemos. Serán
los requisitos del nuevo SO.

Sus principales atractivos se evidencian en una mayor facilidad de uso, mayores
prestaciones y una mayor estabilidad.

Pronto, en este mismo año, debería salir la versión beta
de Longhorn para el público en general. No obstante, ya han sido distribuidas
ediciones para desarrolladores.

Hasta ahora, la interfaz de Longhorn, con un toque tridimensional, presenta
una barra lateral que muestra un gran reloj, información del sistema y acceso
a recursos y aplicaciones, mientras que el menú de Inicio que conocemos
de Windows XP permanece intacto.

Avalon, el subsistema de presentaciones que incorpora Longhorn, hace posible
un alto rendimiento en aspectos gráficos, además de una mayor estabilidad
y posibilidades de desarrollo. WinFS tiene como objetivo facilitar tareas de
almacenamiento, organización y búsqueda de archivos en el equipo.
Por su parte, Indigo, tecnología de comunicaciones, para servicios web
e interacción de aplicaciones. Punto clave de estas innovaciones es
el uso del lenguaje XML.

Otro aspecto, y muy cuestionado, refleja la continuidad del monopolio de Microsft,
a lo que debemos citar un buscador. Sí, Longhorn gozará de un motor
de búsqueda web propio, MSN, compitiendo así, con ventaja, con
Google, Yahoo y el resto de los buscadores. No es un territorio desconocido para
Microsoft, pero hasta la fecha no ha logrado imponerse como lo hace con Windows,
Internet Explorer, Word, Excel, PowerPoint, Outlook y la lista continúa…
Es una estrategia comercial con resultados impecables, sólo para Microsoft.

Es el mayor proyecto de Microsoft desde Windows 95, la sucesión del sistema
operativo número uno en el mundo, la introducción a un nuevo capítulo
de la historia de la informática. El futuro es emocionante e inevitable,
y Microsoft, queramos o no, es uno de los protagonistas.