Uno de los ejes fundamentales que diferencian a Internet de otros medios de comunicación es la interacción y personalización de la información con el usuario, que permite desarrollar contenido “en el aire” dependiendo de, por ejemplo, el perfil del visitante o los datos que completó en un formulario.

El lenguaje para programar páginas, el HTML, es, en sí mismo, estático. Para convertirlo en una experiencia interactiva, han surgido lenguajes específicos de programación para la Web, los cuales podemos diferenciarlos en dos tipos:

  1. Los que trabajan del lado del cliente (en el navegador del usuario).
  2. Los que trabajan en el servidor (donde está alojada la página).

Cada uno posee sus ventajas y sus desventajas. Y a la hora de programar hay que tener en cuenta esta clasificación para algunas situaciones. Por ejemplo, si nosotros queremos mostrar la hora actual en nuestra página e incluimos un programa del lado del servidor, lo que veremos es la hora local en la ubicación del servidor que seguramente no es la misma hora del usuario (que generalmente están a unos miles de kilómetros de distancia). Una de las grandes ventajas de la programación en el servidor es que es casi invisible a los ojos del usuario.

Para dar ejemplos de estos tipos de programas, podemos nombrar como lenguajes que funcionan en el cliente a Javascript, Java (applets) y todos los plug-ins o ActiveX que nuestro navegador posea, como cuando se ve una animación en Flash, un mundo virtual VRML u otro similar. La programación en el servidor es mucho más potente ya que no estamos dependiendo del poder de procesamiento la computadora que posea el usuario que está visualizando la página. Hace unos años surgió la norma CGI, que permite que un programa realizado en cualquier lenguaje (C/C++, Pascal, Basic, etc) pudiera transformarse en un programa para la web. Pero el lenguaje que tuvo mayor aceptación en esta plataforma fue Perl, un lenguaje casi realizado para esta función. Del lado del servidor también existen programas Java (llamados servlets), y componentes realizados en cualquier lenguaje que interactúen con lenguajes script.

Los servidores donde se alojan las páginas web son computadoras (generalmente
más potentes que las nuestras, por cierto) con algún
sistema operativo y un programa llamado
servidor web que es el encargado de suministrar
los archivos (páginas, gráficos, etc.) que los usuarios navegantes
solicitan y de ejecutar los programas del lado del servidor. Para hacer una
rápida mirada a este tema, podemos mencionar que existen dos sistemas
operativos dominantes del mercado de los servidores web, Unix y Windows NT.
Los servidores web más utilizados son Apache Server e Internet Information Server (IIS) respectivamente.

Apache se caracteriza por utilizar
un lenguaje de programación, parecido al C/C++, llamado PHP,
que ya va por su versión 3. Microsoft, por su parte, junto con IIS,
introdujo una interfase de programación para la web, llamada ASP (Active Server Pages) que va por su versión 2 (la 3 aparecerá
con Windows 2000). Esta interfase permite programar aplicaciones del lado
del servidor en casi cualquier lenguaje, pero los más utilizados son
VBScript (una versión reducida de
Visual Basic) y JScript (una versión de JavaScript). Lo interesante de ASP es que también funciona sobre Windows 95/98 con el Microsoft Personal Web Server, incluido
gratis en uno de los Service Pack de Microsoft en su web. Esto permite realizar
pequeñas aplicaciones en redes con o sin Windows NT, intranets o en
la computadora local.

Ahora bien, algo que no dije es qué se puede hacer con estos lenguajes: prácticamente cualquier cosa, la imaginación y el tiempo son los límites.

Algunos ejemplos: interactuar con bases de dato, enviar emails, realizar encuestas, implementar un sistema de compras, mostrar información según el usuario que la está viendo y mucho más.

Para más información sobre dos de las principales tecnologías que trabajan del lado del servidor pueden ver la información sobre CGI y ASP. opiniones y comentarios para llevarlo a cabo.