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El caso es que dentro de unas horas Apple realizará un evento para anunciar algo relacionado con la educación. Como es usual aún nadie sabe de qué se trata exactamente, pero sería bueno compartir algunas ideas antes de que se sepa.

(Si quieres leer la actualización con lo que Apple presentó en el evento, la encontrarás al final del artículo)

¿Dónde va a innovar y por qué importa?

La educación es uno de los sectores más afectados por la rápida evolución de la tecnología. Por eso es interesante que Apple, con los grandes empujones que ha dado para favorecer esa evolución en los últimos años, se decida a enfrentar el tema de lleno con alguna propuesta específica.

Aquí expondré algunos puntos que quizá ayuden a entender cómo funcionan los detonantes que las empresas de tecnología activan para acelerar la evolución de la educación tradicional y por qué puede ser importante un lanzamiento o propuesta relacionada con este tema.

El gran reto de la educación: aplicar tecnología

Año tras año los Estados y las organizaciones supranacionales plantean metas de desarrollo orientadas a disminuír la desigualdad social, concentrando esfuerzos en estrategias para la educación y aplicación de tecnologías de información para el aprendizaje.

Sin embargo en el caso de muchos países no hay una inversión de recursos suficiente para garantizar el cubrimiento y el acceso a la tecnología para todos los habitantes. Ese es el problema que plantea la llamada brecha digital, término que José Luis Orihuela redondeó como ‘brecha cultural’ en una entrevista con @120segundos, que se irá ampliando mientras las prácticas relacionadas con la educación no se transformen a partir de las nuevas tecnologías.

En una sociedad que ya funciona a partir de la información es necesario que el sector de la educación se comprometa a fomentar en las nuevas generaciones el uso y aplicación de las nuevas tecnologías. Así que la presente década será un gran momento de inversión en tecnología para la educación, de eso no cabe duda.

El papel de las empresas y las marcas

Muchas empresas de tecnología han estado interesadas en estimular a propósito con sus innovaciones los avances para una sociedad que hace uso constante del equipo tecnológico. Esto claramente beneficia su negocio, quizá ese sea el objetivo principal. Pero también es cierto que ayuda a cerrar progresivamente las brechas culturales y acelerar el alcance, en algunos frentes, de las metas de desarrollo.

Los aportes en educación son uno de los objetivos más importantes de estas empresas cuando se proponen ayudar a estimular el crecimiento. Además de las situaciones “tradicionales” en las que la tecnología llega y transforma el sector educativo -inversión en equipo y material por parte de las instituciones oficiales o privadas mediante licitaciones o búsqueda de proveedores- identificamos otras formas de incursión de las empresas de tecnología:

Inversión en educación mediante proyectos

En colaboración con gobiernos, agencias intergubernamentales, ONG y otras empresas, se dan muchas inversiones y programas de apoyo tecnológico para la educación, sobretodo en países que no tienen los recursos para estimular su propio crecimiento en este campo.

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Un gran ejemplo de esto es Potencial Ilimitado de Microsoft. Esta empresa se ha comprometido en la última década a aportar soluciones tecnológicas para la educación. Este es un programa gigante que incluye versiones especializadas de software, programas de capacitación para profesores y líderes de las comunidades, donación de equipos, etc. Puedes encontrar un párrafo descriptivo del programa resaltado sobre un buen artículo que explica lo que están haciendo en Latinoamérica.

Desarrollo de herramientas educativas

Durante los últimos cinco años varios modelos computadores portátiles de bajo costo se lanzaron como buenas herramientas para la educación en países en desarrollo.

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  • El caso más famoso es el del XO de One Laptop Per Child (OLPC). Un computador portátil diseñado específicamente para cumplir con funciones educativas y ser usado por niños en países de bajos recursos.

    Producido en conjunto por AMD, eBay, Google, Marvell, News Corporation, Nortel, Red Hat y Quanta, entre otros, el proyecto OLPC ha logrado vender al menor precio 2.5 millones de XO laptops en el mundo desde 2006.

  • El Classmate PC fue la apuesta de Intel en 2007 para competir en el mercado de computadores de bajo costo para países en desarrollo y que se acercaba más al desempeño de un PC normal por menor precio orientado a maestros y estudiantes, sin el diseño y funcionalidades educativas para niños propios del XO de OLPC.
  • El Asus Eee PC marcó ese mismo año la llegada de una nueva categoría: los netbooks. Estos computadores no fueron diseñados ni publicitados para la educación, sin embargo resaltaron rápidamente en el mercado como una alternativa económica y práctica para entornos de aprendizaje. Pronto llegarían a ocupar el 20% del mercado total de computadores.
  • También en 2007 Amazon lanzó el Kindle y en 2010 Apple presentó el iPad, con lo que se aseguraría el comienzo de la era de las tabletas. Aunque son más bien aparatos de consumo y no tanto de producción, las características intuitivas y amigables de la interfaz y el potencial que tienen ambos como plataformas atractivas y prácticas de lectura los presenta como herramientas ideales para los estudiantes.

Y ambas marcas, Apple con el iPad y Amazon con el Kindle, se han encargado de publicitar lo revolucionario de estos dos gadgets para el sector educativo. Sin embargo, hay que preguntarse si estos dispositivos pueden llegar a los lugares donde más se necesita la tecnología aplicada a la educación para el desarrollo. Porque, en ese caso, podríamos decir que es más efectiva la iniciativa de OLPC.

Justamente hace unos días, OLPC volvió a hacer noticia presentando en el CES 2012 la XO 3.0, una tablet con el mismo diseño funcional para entornos educativos y que funciona especialmente en lugares con poca o nula disponibilidad de energía eléctrica (tiene un panel solar además del cargador-generador de energía de los anteriores computadores).

La educación se adapta a la mejor herramienta

Tal y como sucedió con la Encarta frente a la Wikipedia, la aparición de nuevos recursos digitales termina forzando el cambio en industrias que llevan décadas trabajando de la misma forma.

Desde la aparición de esta herramienta educativa de Microsoft, que se terminó del todo a finales del año pasado, un objetivo claro es vender servicios complementarios a la educación a través de contenido multimedia. Por eso no sorprende que cada vez más se estén tratando de incorporar y promover “funciones educativas” en los diferentes dispositivos y que éstos mismos se terminen transformando y convirtiéndose efectivamente en los mejores aliados para el aprendizaje, además de venderse como tales.

Ese es el caso, por ejemplo, del iPad: una gran movida de innovación por parte de Apple que genera poco a poco un cambio cultural, pues no se trata sólamente del gadget que simplifica los procesos de aprendizaje con la conectividad y su interfaz amigable. Se trata también de la evolución que permite gracias a la transformación de los recursos que puede contener.

El cambio progresivo e inevitable del mundo editorial

La apuesta más grande de los últimos tiempos frente al consumo editorial en el mundo surgió con las tabletas. En el caso de la educación los libros digitales confirman que podemos estar en medio de un gran salto hacia la digitalización del conocimiento.

Luego de haber hecho algo parecido (y ganado la batalla en gran parte) con la industria musical, no sería raro que Apple quisiera lanzar la primera puntada para transformar la industria editorial comenzando por los pesados libros de texto que, según la biografía de Steve Jobs, le lastiman innecesariamente la espalda a millones de estudiantes alrededor del mundo.

Estos son algunos de los puntos que podríamos identificar como ventajas potenciales de la creación de libros de texto escolares para plataformas digitales:

  • La producción editorial con los gastos de impresión, mercadeo, distribución, etc. hacen que los libros sean ridículamente caros en ocasiones. El dolor de cabeza de los padres casi siempre es tener que costear una gran cantidad de libros que en ocasiones no se utilizan al máximo. Por el contrario, la inversión en una tableta se tiene que hacer sólo una vez y el precio de los libros de texto digitales sería muchísimo menor al de las versiones impresas. Esto puede ser una inversión aún inalcanzable en muchos lugares del mundo, pero también puede ser un gran ahorro en otros.
  • No se trata únicamente de trasladar el texto plano y la apariencia física de un libro a una versión digital. Todas las opciones de interactividad que ofrecen los dispositivos pueden ser aprovechadas para transformar los libros de texto digitales en nuevos modelos de presentación para la información.
  • Otra ventaja recalcada hasta el cansancio por las compañías fabricantes es que una tableta es todo lo que un estudiante necesita para realizar sus tareas, gracias a las diferentes aplicaciones para cada cosa que necesite hacer: escribir, leer, investigar, producir contenido, etc.).

Con esos puntos quizá podamos apreciar de forma más amplia el impacto que podría tener el anuncio educativo de Apple.

Queda la cuestión de cómo funcionaría esta transformación de la educación a partir de la tecnología en Latinoamérica, donde todavía es un asunto prioritario el cierre de la brecha digital y no hay suficientes recursos o inversión para garantizar el cubrimiento y la accesibilidad.

Si el iPad comenzara efectivamente a transformar las editoriales educativas, ¿Creen que el cambio llegaría pronto a beneficiar a Latinoamérica?

PD. El artículo “Evaluando el impacto del iPad en la educación un año después” de Sam Glicksman (en inglés) es un excelente estudio que les recomiendo.

Actualización: lo que pasó en el evento

El esperado anuncio educativo de Apple trajo, efectivamente, algunas sorpresas que parece implicarán a largo plazo una transformación en las editoriales educativas. Al menos esa es la idea que dejaron clara: quieren “reinventar los textos educativos”.

Tres aplicaciones fueron las que presentaron como primer paso para lograr el objetivo soñado de Jobs, todas muy relacionadas con el iPad:

  1. iBooks 2. Una actualización del lector de libros electrónicos que ahora tendrá más énfasis en la interactividad del contenido, justo lo que se necesita para estimular el uso del iPad en el sector educativo. Una desventaja: cada libro que se baje desde esta aplicación puede pesar entre 800 MB y 2.7 GB, así que tendremos que esperar que el hipotético iPad 3 llegue con una capacidad en disco suficiente para los estudiantes más aplicados.
  2. iBooks Author. Una aplicación exclusiva para el OS X Lion (supuestamente, pero parece que funciona bien en Snow Leopard) que permite diseñar libros fácilmente y subirlos gratis a la App Store (en principio, luego si Apple lo aprueba podrán tener un precio de hasta US$14.99). Una herramienta para comenzar la creación de material educativo especialmente diseñado para los dispositivos de Apple en su faceta de útiles escolares.
  3. iTunes U. El que antes era sólo un servicio para Mac y PC que ofrecía cursos en línea de distintas universidades listos para ser descargados ahora es una aplicación para iPhone e iPad que es realmente un aula virtual con servicios completos para la interacción directa entre profesores y alumnos e incluso la realización de clases o charlas via ‘streaming’. El uso extensivo de esta aplicación por parte de los profesores podría de verdad ir perfilando al iPad como la herramienta que todo estudiante necesita.

Además, algunas cifras que se resaltaron durante el evento: hay alrededor de 20,000 aplicaciones educativas disponibles para los diferentes dispositivos de Apple y un total de 1.5 millones de iPads dedicados exclusivamente a la educación en el mundo.