Steve frente a la tarima y los fieles pendientes. La santísima Apple Tablet ha llegado a este mundo de sectas paganas que no creyeron en el poder de la manzana y sin necesidad de un “one more thing”, el mundo de la computación se acaba de reinventar.

Las tabletas de magia negra existieron desde hace muchos años de la mano de otros proveedores que no supieron entender que más que una solución de hardware, se requería una plataforma, una solución que combinara hardware y software con un estilo de vida. Y señores, Apple es un estilo de vida, que muchos adoptamos en esta tierra del capitalismo.

La tableta además nos hace dejar de lado el pensamiento de un sistema operativo de escritorio para migrar totalmente a lo móvil, a la revolución que empezó con un teléfono… que a duras penas hace llamadas, aunque eso es más culpa de At&t que no supo que firmaba un pacto con el… Salvador.

And one more thing

Lo más interesante de analizar el fenómeno de las tabletas es toda la promoción que se generó en el 2009 de la mano del popular TechCrunch y de la propuesta del CrunchPad de Arrington. Pero entre berrinches y falta de seriedad nos demostraron que para hacer emprendimientos tangibles no son precisamente los mejores ejemplos a seguir. Será mejor ponerles atención si se trata de levantar polémica para gener RTs y comentarios. Son empresas con estructuras más sólidas las que al final del día aprovechan ese buzz y lo vuelven un negocio que seguramente le represnetará otro boom importante a la empresa de la manzana y su mordida. Arrington, sos un pinche blogger, Jobs es el verdadero maestro.

Habemus tableta!