En Londes fue detenido un importante hacker, responsable de algunas infiltraciones a la NASA y el Pentágono.

El sujeto identificado como Gary McKinnon, de 39 años, ya había sido detenido en 2002 y aunque fue detenido en Londres, podría ser extraditado a petición de los Estados Unidos y condenado allí a 70 años de prisión, y a pagar hasta 1,75 millones de dólares si es hallado culpable.

Crónica de acceso no autorizado, Objetivo: PENTAGONO

Sin oficio, ya que está desempleado, el programador Gary McKinnon, está acusado de acceso ilegal a 53 computadoras del Pentágono, la NASA y el Ejército y la marina estadounidense entre febrero del 2001 y marzo del 2002.

También accedió a 300 computadoras de la base de marines Earle Naval Weapons Station, por lo que todo el sistema de datos tuvo que ser suspendido por una semana. Además, al parecer manipuló datos de la Marina y la Fuerza Aérea Estadounidense.

En noviembre del 2002, fiscales estadounidenses acusaron a McKinnon de intrusión en computadoras del Gobierno y del sector privado, con daños por más de $900,000 dólares.

Pero ahora, no solo fué un simple robo, sino el “mayor acceso ilegal a datos informatizados en la historia militar estadounidense” según informa la BBC.

El gobierno de Estados Unidos estima los daños causados por la intromisión en más de $1,220,000 dólares. El hacker conocido como “Solo”, entró a las redes militares en Fort Myer, descifró palabras clave y borró unas 1300 cuentas de usuarios.

Terror Informático en Estados Unidos
McKinnon encontró y se apoderó de “datos sensibles, pero no secretos”; como informacion sobre la construcción de barcos y armamento. La alarma estadounidense se ha encendido, ya que no hay pruebas de que esta información haya sido entregada a gobiernos extranjeros u organizaciones terroristas.

Lo que le esperá
Arrestado este Martes por la noche, se le trasladó a una comisaría en Londres y comparecerá en el juzgado para un proceso de extradición a petición del gobierno de Estados Unidos, informó la policía de Londres.

McKinnon, acusado de siete cargos de fraude informático, podría ser condenado a 70 años de prisión y a pagar hasta 1,75 millones de dólares si es extraditado y hallado culpable en los Estados Unidos.

Sin embargo, en 2002, fue acusado publicamente por Estados Unidos. La abogada de McKinnon, Karen Todner, emitió un boletín de prensa en el que advertía que su cliente lucharía contra la extradición pedida de Estados Unidos.

“No vamos a hacer ningún comentario hasta después de la audiencia”, fuerón las pocas palabras de la abogada a la cadena Reuters.

Parece que el futuro del pirata informático británico se definirá en Estados Unidos.