Mike Rowe no es el único demandado por Microsoft por su polémico dominio.

Si bien en el caso de Rowe al tratarse de un chico de 17 años, Microsoft está intentando suavizar el problema, buscando obtener una salida negociada que no perjudique más su imagen, en el de Morris parece que no van a reparar tanto en las formas. Morris por su parte ha movido el contenido a otro dominio por “recomendación de sus abogados” y probablemente se avenga a un acuerdo con la empresa de Gates.

Parece que a Microsoft le salen Mikes como setas. El software de reconocimiento de voz y la torpeza al teclear tienen la culpa de este repentino interés de Microsoft en hacerse con todos los dominios similares fonéticamente a su nombre. Como tantas veces, han vuelto a dejar en evidencia su estilo dominante que tantas antipatías sigue conquistando.

Fuente: ZdNet