¿Cómo comenzó todo?

Pasar 15 minutos sin abrigo en ese lugar era todo un logro, a una temperatura sostenida de 15 grados centígrados, solo un loco hubiera hecho eso de forma intencional.

Estoy hablando del sótano del World Trade Center de Guadalajara (México) a principios de 1993, donde se ubicaba el datacenter de la primera empresa privada en brindar servicios de internet en esa ciudad, lugar donde vieron luz algunas de las primeras páginas web comerciales de México.

En aquellos tiempos la profesión de webmaster aún no existía, y la lucha por conseguir un web site aceptable era interminable entre los diseñadores y los programadores, pues unos conocían la teoría del diseño mientras los otros conocían el pseudo-lenguaje que la llevaría a la pantalla del visitante. Sobra decir que la mayoría de las ocasiones tanto unos como otros terminaban frustrados.

Entonces llegó el santo que todos esperaban: San WYSIWYG

Los editores WYSIWYG (Lo que ves es lo que obtienes, por sus siglas en inglés) llegaron al escenario para beneplácito de los diseñadores. De todos ellos, el más querido era PageMill (Adobe), pues era compatible con Apple (Mac) y en contraste el mas relegado era HoTMetaL… ESE FUE EL PRIMER ERROR

PageMill y algunos otros con características similares abordaban la construcción del sitio en base primordialmente al diseño, abusando en forma desmedida de ciertos elementos de presentación que disponía HTML, como <FONT>, <B>, <I>, las tablas, y los atributos de COLOR y BACKGROUND. Como HTML “perdona” muchos errores, los fabricantes de estos paquetes ponían poca atención en apegarse a los existentes estándares de codificación

HoTMetaL, por el contrario, era menos “amigable” con el diseñador, pero mucho más preciso con el código, desafortunadamente no encontró un grupo de usuarios tan amplio como los otros. Este es un documento histórico sobre el lanzamiento de HoTMetaL para windows

Luego todo se vino abajo

Bueno, toda evolución tiene su precio, y el hecho de que internet sea lo que ahora conocemos, pagó el precio de sacrificar los estándares en pro de sitios web más vistosos y con un diseño más elaborado.

A forma de reacción en cadena, los navegadores (IE, NS, etc.) continuaron soportando código “mal estructurado”, y dedicaron su tiempo en aplastar a la competencia mejorando su aspecto general, corrigiendo errores y haciendo marketing. Ese mismo enfoque tuvieron los primeros webmasters… si los navegadores soportan el código como sea, ¿por qué voy a preocuparme por estandarizar?

Árbol que crece torcido, jamás sus ramas endereza

Mientras todo eso sucedía, un equipo de expertos de todo el mundo (W3C – World Wide Web Consortium) continuaba creyendo que el lenguaje basado en etiquetas, bien estructurado, podía cambiar la forma de almacenar, mostrar y compartir información. Pero había muy poco que hacer por HTML como tal.

Paralelamente a la evolución (¿extinción?) de HTML, se fueron desarrollando nuevos estándares “hermanos” de HTML, entre ellos el ahora famoso XML (Extensible Markup Language), que vino a representar el esperado eslabón entre la versatilidad de HTML y la estricta estructura de su lenguaje padre (SGML – Stardard Generalized Markup Language)

Ahora ya no hay pretextos

Más de 10 años después de aquellos días en el sótano del WTC, HTML ha evolucionado hacia XHTML, y la tendencia apunta fuertemente hacia una próxima homogenización en la forma de estructurar documentos distribuidos por medios electrónicos.

Los diseñadores web deben caminar hacia ese punto brillante en el horizonte: los estándares. No solo conseguirán unificar los criterios de desarrollo, sino que conseguirán vastas mejoras en el desempeño de sus sitios.

El camino a la estandarización

En la siguiente entrega de esta serie de artículos sobre estándares, veremos Como crear un documento válido XHTML con 5 reglas y 2 pasos