A continuación te describo diez ventajas de usar Hojas de Estilo en
Cascada (Cascade Style Sheets o "CSS"):

1.- Separación del contenido y presentación.

Las hojas de estilo generalmente se encuentran en archivos separados del código principal (html, por ejemplo). Esto nos va a permitir que en un equipo de trabajo, programador y diseñador puedan realizar sus tareas de forma independiente aunque paralela, sin correr el riesgo de que haya interferencias entre ambos, y ello no alterará el resultado final.

2.- Flexibilidad.

Podríamos comparar las hojas de estilo con la ropa que guardamos en nuestros cajones. Nosotros somos los mismos, pero dependiendo de la temporada variamos nuestra apariencia.

En el caso de las hojas de estilo sucede lo mismo: podemos cambiar en cualquier momento alguna parte o la totalidad del diseño de nuestras páginas con sólo modificar nuestra hoja de estilo, sin que ello suponga modificar el contenido.

3.- Unificación del diseño de las páginas del sitio.

Un sitio web, ya sea dinámico o estático, suele estar formado por unas cuantas páginas. Mantener una misma apariencia se puede volver una tarea pesada y tediosa si tenemos que copiar y pegar código cada vez que creemos una página nueva, o que deseemos modificar una misma cosa en todas.

Enlazando a cada una de nuestras páginas nuestras hojas de estilo, agilizamos este proceso y minimizamos el trabajo.

4.- Optimización de los tiempos de carga y de tráfico en el servidor.

Al haber dividido contenido y apariencia obtenemos archivos más ligeros, y esto nos reporta dos beneficios: por un lado, reducimos notablemente los tiempos de carga del sitio en el navegador. A esto debemos unir la capacidad de éste para mantener nuestra hoja de estilo en caché.

Por otro lado, reducimos el volumen de tráfico de nuestro servidor, que siempre es de agradecer, tanto si disfrutamos de servicios gratuitos en que solemos tener cuotas muy reducidas, como si pagamos por tener alojamiento propio.

5.- Precisión o elasticidad.

Desde el momento en que usemos CSS, el tamaño y posicionamiento de los elementos que formen nuestras páginas podrá ser exacto. Podremos indicarle al navegador en qué píxel debe colocar ésta o aquélla imagen, o qué alto y ancho deberá mostrar.

Pero al mismo tiempo, podremos emplear medidas variables o relativas que nos permitan expandir el contenido hasta ocupar la totalidad de la ventana de navegación a nuestro antojo, o contraerla a sólo una parte de la misma, con independencia de la resolución de pantalla del usuario.

6.- Accesibilidad y estructuración.

La combinación de CSS y marcadores descriptivos va a posibilitar que nuestra página se vea correctamente con o sin hoja de estilos, puesto que en cualquier caso, la información se mantendrá estructurada y ordenada.

Esto supone que podrá ser accesible sin ningún tipo de problemas tanto por navegadores antiguos o sin soporte para CSS, como para personas con algún tipo discapacidad.

7.- Limpieza del código fuente.

Si escribimos una hoja de estilo independiente, el código fuente de nuestra web va a resultar menos farragoso y agilizaremos las tareas de localización de las líneas que busquemos.

8.- Compatibilidad y continuidad.

Las reglas establecidas por la especificación CSS-1 fijaron los estándares del diseño, y se mantienen y respetan en la CSS-2. Es de prever que en el nivel 3 sucederá lo mismo con respecto a su predecesor.

Pero lo realmente interesante es que los navegadores que no soporten CSS-3 no tendrán problemas a la hora de asimilar el contenido CSS puesto que siempre les quedará la compatibilidad de CSS-2, o la CSS-1 en su caso. La compatibilidad de las especificaciones CSS anteriores estará siempre garantizada.

9.- Estandarización frente a especificaciones propietarias.

La adopción de estándares por la W3C ofrece la ventaja de la compatibilidad del código entre los diferentes navegadores web. El uso de “soluciones propietarias”, como es el caso de muchas etiquetas o patrones usadas por Microsoft.

En su interpretación de lo que es y no es CSS, dificulta la creación de páginas web, porque supone tener que escribir dos códigos distintos para obtener un mismo resultado, en función del tipo de navegador que use el visitante.

El uso del estándar CSS de la W3C evitará visualizaciones incorrectas de nuestras páginas en distintos navegadores.

10.- Permite la diferenciación de estilos para imprimir / visualizar en pantalla.

El uso de CSS nos va a permitir también maquetar separadamente el contenido de nuestra web para ser mostrado en pantalla o para ser impreso.

Tengamos en cuenta que las necesidades y propiedades de un folio de papel y de un monitor nunca van a ser las mismas, y gracias a CSS podremos determinar cómo queremos que se imprima lo que mostramos en la pantalla, manteniendo siempre una apariencia limpia, ordenada y agradable visualmente.

Espero que estas pequeñas reflexiones hayan servido para animarte a dar el gran salto y vestir a tu web con un bonito traje CSS hecho a medida. Y si aún no te animas a usar CSS en tu sitio, te invitamos a conocer CSS Reinicia, una iniciativa que busca que sitios web en nuestro idioma se reinventen gracias a esta tecnología.