Pero primero, ¿qué es la higiene postural?

La higiene postural son una serie de normas o buenas prácticas que nos sugieren como sentarnos, mantener la postura o realizar ciertos movimientos de forma que causen el menor impacto negativo en nuestra columna vertebral.

Lo que nos sugiere es que una misma acción puede realizarse de diferentes posturas (incluso el estar sentados), y debemos intentar siempre realizarla de la forma más segura para nuestra espalda. Veamos varios ejemplos prácticos:

Algunas normas básicas, pero importantes

  • Siempre flexionar las rodillas: para agacharnos, levantar o depositar un peso, debemos siempre hacer la fuerza con los músculos de las piernas, nunca con la espalda.
  • Mantener siempre la espalda lo más recta posible: en toda actividad o incluso descansando. Este es uno de los conceptos claves de la higiene postural, ya que es lo que nos ayudará a evitar muchos problemas lumbares.
  • Al cargar un peso: debemos llevarlo lo más cerca de nuestro cuerpo que nos sea posible, dado que cuanto más lejos lo sostengamos más esfuerzo nos requerirá.
  • No mantenernos mucho tiempo en una misma posición: (incluso sentados), intentar hacer pequeñas pausas cada 30-60 mins. aunque solo sea para dar una vuelta.
  • Intentar estar atentos y realizar siempre fuerza con brazos y piernas antes de con la espalda (ej: al pararnos, al mover algo, etc.).
  • Intentar distribuir parejo el peso: por ejemplo al cargar un bolso, siempre es mejor una mochila (de ambos hombros) que un bolso/cartera en un solo hombro.

¿Cuál es la forma correcta para sentarse?

Higiene Postural
Imagen desde tufisio.net.

En primer lugar, debemos sentarnos bien al fondo del asiento ya que eso nos permite luego asegurarnos de mantener toda la espalda recta y la cabeza alineada, en posición vertical, aunque sin exagerar la posición. Poniendo ambos pies en el piso, sin cruzar las piernas, para no curvar la columna hacia los lados y mantener una posición simétrica.

Es ideal tener en nuestra silla pasamanos donde apoyar los brazos y así lograr una posición más relajada.  Al principio puede que nos fuerce física (o mentalmente) mantener la postura erguida, sobre todo si estamos acostumbrados a una mala postura, pero es cuestión de semanas para que lo introduzcamos como un buen hábito y nos sea sumamente natural.

Al ponernos de pie, la mejor forma es apoyar nuestras manos en las piernas y hacer la fuerza con éstas últimas y nunca con la espalda.

Por último, recuerda que todas las malas posturas o malas prácticas no nos dañan al realizarlas una vez, pero la repetición de malos movimientos, esfuerzos mal realizados o posturas no saludables, con los años pueden traernos problemas que pueden no ser reparables.Te invito hoy que es viernes! a mejorar tu postura.