Siempre he querido aprender a tejer. Creo que más que una manualidad poder crear mi propio abrigo es un skill que me salvará en el medio de un panorama de destrucción del mundo. Porque si algo sé sobre el fin del mundo, es que va a ser frío. Pero no quiero ir tres tardes semanales a la casa de una señora desconocida para que me miren extraño por ser un hombre que, a sus 30 años, está haciendo mediecitas para bebé.

Afortunadamente apareció Craftsy, una app web y para iOS que nos ofrece cursos en línea para aprender a hacer manualidades. Ahí podemos encontrar cursos de tejido, costura, bordado, decoración de pasteles, cocina, joyería y muchos más

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El precio de los cursos está entre los 20 y los 50 dólares por 10 lecciones en 5 horas de video. Los cursos nunca expiran, así que los estudiantes podrán repetirlos y repasarlos una y otra vez. Y si tienen algún problema con algún proyecto en particular, está la posibilidad de hacer una pregunta con foto para que el instructor la resuelva.

Los videos muestran modelos en 3D y gráficas aumentadas para explicar las técnicas y métodos. Craftsy invierte hasta 15.000 dólares en la realización de cada video, por lo que podemos esperar una muy buena calidad en los cursos; la mitad de estos ellos son grabados en estudios propios y la otra mitad se hacen en los talleres de los instructores.

También cuentan con una muy completa aplicación para iOS, en la que no solo se pueden tomar las clases, sino que también se puede pagar la suscripción a nuevos cursos por medio de transacciones in-app.

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Esta plataforma fue creada en 2010 por John Levisay, quien anteriormente manejó la división de automóviles de eBay, acompañado por Josh Scott, Todd Tobin y Bret Hanna. Su centro de operaciones está en Denver y ya figura como una de las compañías más prometedoras de Estados unidos, según la revista Forbes.

Craftsy da a su comunidad el paquete completo

Además de ser una muy completa plataforma para tomar clases, Craftsy cuenta con un tablero para exponer las creaciones de sus alumnos (similar a Pinterest) y dos tiendas, una para comprar materiales necesarios para algunos de los cursos, principalmente hilos y lanas, y otra para los patrones y esquemas necesarios para realizar otras manualidades y aplicar los conocimientos adquiridos en los cursos.

Se dice que, al día, unas 1600 personas se inscriben a sus cursos. El más popular es el de quilting (colchas de retazos), aunque el que tiene crecimiento más rápido es el de decoración de pasteles. Casi el 100% de sus alumnos son mujeres, de las cuales un 80% son mayores de 40 años y un tercio tiene 61 años o más.

Una de sus más poderosas herramientas de comunicación son una buena variedad de grupos de Facebook. Ahí, ellos no muestran su marca como patrocinador ni creador del grupo, sino que se dedican a compartir material gratuito y ofertas especiales para acceder a los cursos.

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Siempre he pensado que tener un hobby es una necesidad de la vida. Con un hobby, además de distraernos de nuestra rutina diaria y ocupar nuestra mente en algo diferente, podemos encontrar una forma de sustento basada en algo que nos apasiona, aprovechando que Internet, además de brindarnos los medios para aprender, también nos da la forma para venderlos. Basta con ver los artículos más populares de sitios como Etsy o, a una escala más local, Monomi, para darnos cuenta de que los artículos hechos a mano se venden muy bien. Este éxito comercial se debe a una tendencia hacia volver a lo manual y lo hecho en casa, pero dándole un toque más atrevido y joven.